domingo, 21 de agosto de 2011

La Imaginación Sociológica...

Síntesis
Milss, C. W. (1961). La Imaginación Sociológica. Fondo de Cultura Económica

La imaginación sociológica es una cualidad mental e intelectual del investigador o sociólogo tener una visión más amplia, más completa del escenario social en el que se desarrolla.
Esto permite poder usar una valiosa información y la razón para tener una perspectiva clara de lo que sucede en el entorno y época en los que se desarrolla tal o cual individuo.
El autor refiere que el progreso y circunstancia de una persona, es imposible desligarlo del entorno social dinámico que se desenvuelve a su alrededor.
Implica analizar la estructura sociológica en la que se desenvuelve, detectar inquietudes personales y problemas públicos para conocer la raíz de los mismos, ir más allá de la “simple” observación, algo así como el olfato periodístico.
En los capítulos de La Gran Teoría y El Empirismo Abstracto, el autor hace una reseña de cómo la sociología (y también marca los límites de acción) se vale e otras ciencias que le ayudan a abordar los problemas de tipo social.
Critica la gran teoría ejemplificada por Talcot Parsons al considerar que se trata de postulados que se quedan precisamente en eso y que es imposible bajar esos planteamientos y aplicarlos en el plano real.
De igual forma, Mills refuta al empirismo abstracto, por ir hacia el otro extremo de lo que critica de Parsons, considera que las ciencias sociales exigen consideraciones de método y de teoría; y en ambos casos representan obstáculos.
El redactor de la imaginación sociológica observa los métodos y el carácter general del empirismo abstracto, señala que no ha resuelto problemas sociológicos, únicamente de su propia naturaleza.
El autor considera que en la actualidad vivimos en una sociedad indiferente, la cual se dedica a atender otro tipo de situaciones y dejar de lado los verdaderos problemas que nos rodean, y sin conocer estos últimos no podrá dárseles solución. De ahí recalca la imaginación sociológica como importante propuesta.
En el capítulo octavo, Mills considera que la biografía, la historia y la sociedad son las coordenadas del estudio propio del hombre. Sin el uso de la historia el investigador social no puede enunciar los tipos de problemas que sirven como punto de orientación en sus estudios. Permite comprender la transformación de las instituciones sociales. Para realizar sus trabajos los investigadores sociales tienen que usar materiales de la historia.
Mills señala que la promesa moral e intelectual de las ciencias sociales es que la libertad y la razón seguirán siendo valores estimados que serán usados seria y consecuentemente e imaginativamente en la formulación de problemas.
De ahí radica la importancia de la imaginación sociológica que propone el autor en esta obra como parte fundamental para ver y comprender el escenario que le rodea.
Con la infinita disponibilidad de información con la que cuentan las sociedades y los pueblos, es esta cualidad la que permite precisamente inmiscuirse y ver más allá de lo que cualquier persona promedio es capaz de atisbar.

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